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¡Saludos!
Jovina.
viernes, 6 de julio de 2012
miércoles, 4 de julio de 2012
Luz Tarkowsky
miércoles, 9 de mayo de 2012
jueves, 5 de abril de 2012
Gota y Pensar
GOTA Y PENSAR. (Segunda semana. Capítulo III)
Martes
I.
Continúo con el
trabajo de observación del pensar esta semana. En la experiencia de hoy surgen
muchas preguntas.
-¿Qué es
observar?
-¿Quién soy “yo
mismo como ser pensante”?
Al principio he
tomado conciencia de la voluntad de decisión mediante la cual te sitúas en la
puerta de la experiencia del pensar. Tiene una serie de características:
1. Firmeza. Es
una voluntad firme, aunque no dura.
2.
Concentración. Es una voluntad que se pone ante algo y deja fuera otros
“algos”, es decir, se concentra en un punto.
3. Abierta.
Aunque parezca paradójico. Se pone ante algo abiertamente, como un vaso,
dispuesta a escucharlo en silencio.
Si no se
cumplen estas tres condiciones de la voluntad durante todo el ejercicio no es
posible observar el pensar; lo manipulamos personalmente.
El cuerpo
cambia. Vivencio movimiento en la frente y muy especialmente en el corazón.
Toda la corporalidad se ablanda. No es que se haga flácida, más bien se torna
como fluida, cartilaginosa.
El sentimiento
es de amplitud y de entusiasmo. También de paz. Cuando la voluntad se disipa, o
bien se cierra y deja de escuchar la palabra, cuerpo y sentir también se
cierran y vivencio ansia, prisa y la sensación de estar fuera de mi misma.
II.
En la voluntad
creada deposito la palabra: Gota. Veo que soy yo quien lo hago. Sin embargo,
ese “yo” que deposita la palabra es diferente de aquel que está generando la
voluntad descrita. Este viene como de abajo hacia arriba y del interior al
exterior. El yo que deposita la palabra en el vaso de una voluntad vacía viene
desde fuera hacia dentro y desde arriba hacia abajo.
Una vez aquí
comienzo a observar la palabra. Descubro gestos en sus sílabas y en sus letras
Go: se
concentra mucho hacia dentro.
T: desde esa
concentración se expande un poco. Vibra. Después una frontera con otra cosa que
viene de fuera.
A: apertura que
viene en dirección inversa a la T y contiene su expansión.
Al observar la
palabra, veo también colores.
Go es azul
oscuro, muy oscuro hacia su centro…la T se abre hacia un azul cielo, con su
vibrátil halo blanco. La A es un azul entre ambos, y se expande hacia atrás
convirtiéndose en un rojo y luego en un naranja muy delicados.
III
Me doy cuenta
de que me he sumergido enteramente en la palabra y durante ese tiempo he
observado los aconteceres descritos del mismo modo que podría observar un
acontecer en la naturaleza, en la ciudad… pero no me he observado a mi misma.
Al recordar veo que yo misma era ese
suceder, en ese momento todo mi contenido era ese suceder. Me pregunto que
implicaciones tiene esto. Volviendo al texto me parece que tiene relación con
la frase “doy a mi existencia el contenido, basado en si mismo, de la actividad
pensante”. Lo observado se basaba en sí mismo. Yo he puesto el vaso de una
voluntad vacía y también la actividad de la mirada, pero la fuerza motriz era
del propio fenómeno.
Luego el texto
sigue “Yo mismo como ser pensante, un objeto cuyo sentido de existencia pueda
crear a partir de sí mismo.” Esta parte que me resultaba tan enigmática me
resulta tras la experiencia aún más enigmática.
¿Significa esto que cuando creo el
sentido de mi existencia a partir de mi mismo (cuando ejerzo de ser pensante)
ese “mi mismo” es otro?
¿Otro que es el contenido de la actividad pensante, que tiene su propia vida?
¿Qué significa entonces ser “yo mismo”? ¿Ser otro que se manifiesta en mí?
IV
Repito la
experiencia.
Esta vez quiero
tratar de observar con más profundidad eso que siempre se me oculta (a saber,
el pensar) pues me quedo observando los contenidos que genera.
Vuelvo a crear
la voluntad y a depositar la palabra en su centro. Se repiten movimientos y
sentimientos.
Ahora escucho
la palabra completa. Hay un ritmo exacto en su pronunciación. Vibra. Intento
verme a mi misma hacer todo eso, ese sumergirme en la palabra mirando como me
sumerjo. Siento un calor suave en mi cara…como
si tuviese delante otra cara que fuese la mía propia.
Veo penetrar
entonces la palabra en ese interior silencioso que he generado. No. No es la
palabra. Es el verbo: la fuerza que trae
y mueve la palabra. Es un rayo de luz, como una espada que entra desde la
parte superior de la cabeza y llega hasta el corazón. No lo traigo yo. Viene.
Sólo lo veo cuando me observo de este modo.
El sentimiento
es diferente al de la experiencia anterior. El sentimiento que tenía al estar
dentro de la palabra era dulce, suave, tierno. También contenía sorpresa,
devoción, silencio, una suerte de abrazo, una luz como se ve tras la neblina de
otoño.
Ahora el sentimiento
es vertical, denso, tiene una gran serenidad muy concentrada y firme. Tengo la
sensación de que algo habla con gran fuego
e intensidad desde esa fuerza, pero permanece tan silenciosa esa palabra
que no puedo reproducirla. Es más bien
como si me diese forma.
V.
Con esta
segunda experiencia vuelvo al texto y a las preguntas iniciales. ¿Qué es
observar? ¿Qué significa “yo mismo como ser pensante”?
En ambos casos
he observado. En ambos casos he observado un acontecer interior y algo de mi
misma…más ¿qué es observar el pensar? Esta pregunta sigue latiendo.
He vivenciado
dos “yoes” completamente diferentes, si bien relacionados, en las dos
experiencias. He dado a mi existencia de ese momento dos contenidos
completamente diferentes, y esto ha sucedido porque me he situado en dos puntos
diferentes para observar la actividad interior. ¿Acaso “yo mismo como ser pensante” no es ningún yo fijo, sino un ser
en permanente cambio y movimiento según los puntos de vista desde los que
observa el pensar?
Miércoles.
Voluntad
Vaciada I
Hay una
antesala de aceptación y de silencio. Como aquellos umbrales lisos y
acolumnados de los palacios. Sólo se te pide una cosa, dejar atrás el tiempo.
El tiempo, que
está dentro, se va transformando. Como si grandes olas se aquietasen al llegar
a la orilla y formando una superficie lisa en un remanso. La respiración
también se aquieta y se abre un espcio en el pecho.
Esta es la
“condición previa del pensamiento”, entrar en esa quietud. Algo dentro te
pregunta ¿aceptas esta quietud? ¿aceptas abandonar las cadenas del tiempo?
Siento que necesito una inmensa confianza. También algo dentro de mi dice
“Confía. Si abandonas el tiempo, el Tiempo volverá a ti”
Jueves
Te doy un sí
ciego.
Al remoto
vacío,
sí.
Decir sí es decirse sí a uno mismo. En el paso anterior vivencié una opresión, algo que venía de fuera hacia dentro, en apariencia no decidido por mi. El sí es ciego, es al vacío, a la necesidad. Entonces ves que eres tu mismo viniendo a ti desde fuera. Te has ganado.
Se abre un
espacio detrás de la cabeza y en el corazón. Esto es lo que acompaña al sí. El
sentimiento es de una gran alegría.
Deposito la
palabra GOTA. Go-ta…Go-ta…hay algo musical en su venir. Me adormezco en ese
gota a gota y estoy fuera otra vez. Vuelvo a entrar y comprendo lo que
significa sostener el pensar: es atender al suceder del pensar, una atención
que mira como se mueve ese hilo que enlaza los pensamientos. Si no lo miro, el
hilo se pierde. El hilo traza sus propios movimientos, pero necesita la mirada atenta
de mi corazón para moverse.
Viernes
Voluntad
Vaciada II
¿Qué es la vida
en este acontecer? Me parece algo completamente distinto a lo que he conocido…
¿cómo me transformo yo en este acontecer?
Jovina
XII.2012Gota y Vapor
GOTA Y VAPOR. Una semana observando el pensar. Capítulo III.
El lunes voy
de vuelta en el autobús, Juan habla por teléfono y yo apoyo la cabeza en el
cristal mientras recuerdo la reunión. Una capa de vapor lo cubre por fuera,
convirtiendo los contornos nocturnos de la ciudad en manchas de colores.
Resbalan gotitas de vapor condensado, lentamente. Ya que la vida me los ofrece
tan solícita escojo para el trabajo de la semana estos dos conceptos: gota y
vapor. Voy mirando las representaciones que ya tengo de ellos. Luego escucho
interiormente su sonoridad sin pensar en ningún significado concreto.
El martes
aparece una nueva relación entre ellos, que, si bien estaba implícita en mis
representaciones previas, no se me había manifestado tan claramente. (Como polaridad) En el silencio interior veo: LA GOTA
CAE. EL VAPOR SUBE. No se trata del contenido, sino de cómo ha surgido ese
pensamiento. Yo estaba escuchando los sonidos de las palabras, degustándolos,
vivenciando las sensaciones y movimientos de esos sonidos. Me bañaba en esa
experiencia, dejando que llenase mi alma
por completo. Entonces ese pensamiento aparece como un rayo de luz: en línea recta, claro y completo. ¿Lo he creado yo?
Tengo más bien la sensación de que se ha vertido en mí. ¿Cómo ha surgido? Lo
miro, lo escucho, intentando averiguar cómo surge…
El miércoles
por la mañana iba en el coche al hospital. Llovía. Las gotas caían sobre el cristal
y luego resbalaban por él. El vapor condensándose no me dejaba ver. Tenía que
poner aire caliente en el coche para eliminarlo. Iba escuchando en la radio una grabación de piano. Y me di
cuenta entonces de que algunos sonidos del piano eran como gotas. Había algo en la gota que iba más allá de
la gota…una idea que podía aparecer no solo en las gotas físicas sino en
otras cosas. Existen GOTAS DE SONIDO, no
sólo de líquido. Además otro aspecto se pone de relieve en la relación de los
dos conceptos escogidos. LA GOTA CAE…Y SUENA. EL VAPOR SUBE EN SILENCIO. ¿Cómo
suena el silencio del vapor ascendiendo?
Dejando
aparte el aspecto invisible de la gota que me sorprende en un sonido musical,
un concepto nuevo se ha incorporado que no existía en mis representaciones
previas: El sonido de las gotas al caer y el silencio del vapor al ascender. Me
sumerjo en ello. Siento maravilla y también agradecimiento. Lo miro
suceder…miro los pensamientos aparecerse en el alma, tan repentinamente. Pero,
¿de dónde surgen? Todo el tiempo que observo su surgir me parece que tienen una fuerza
motriz propia que es la que los hace aparecer así, cómo rayos de luz dentro del
movimiento ondulante del alma. Esa fuerza motriz, descubro…¡es el pensar!
Intento
observar esa fuerza motora que mueve los pensamientos, ver su origen.
Constantemente escapa a mi mirada. Puedo ver los pensamientos que aparecen con
nuevas cualidades y relaciones, se distinguen claramente de todo lo que es
pasado y ya sabido, viejo. Pero no puedo ver cómo se origina la fuerza que
mueve esos pensamientos.
Sólo una cosa
me parece tener clara, y es que esa fuerza viene como de fuera de mí, de una
gran lejanía y profundidad interiores. Tiene un silencio que habla…
El viernes
continúo. Aparece otro concepto en escena. EL AGUA. Gota y vapor son dos formas
distintas que toma una misma sustancia. LÍQUIDO Y GAS. Todo lo que aparentemente ya
sé, se me aparece en la meditación como algo nuevo. Primero aparece un
sentimiento hondo de admiración, de lo grandioso que es aquello en lo que se
está pensando. Y luego, recordando, descubro que este sentimiento tiene que ver
con que, al pensar, veo la VIDA de los pensamientos y no las imágenes descoloridas
y terminadas de mis representaciones, que son con las que trabajo al
reflexionar. Pensamientos que tienen vida, y
cuya vida consiste precisamente en moverse y relacionarse. Pensar: fuerza
que los mueve y los relaciona, que les da esa vida. Cuando aparece en el alma
la ilumina y le da calor. En este punto me viene a la memoria un versículo del
prólogo del evangelio de San Juan que dice: “En
Él estaba la Vida, y la Vida, era la Luz de los hombres”. Esa fuerza motora
que es el pensar se siente que viene de una lejanía intimísima, de un fuera de
ti tan cercano a ti como tu mismo.
El sábado
tomo conciencia del tiempo que paso moviendo mis representaciones de gota y
vapor cuando me pongo a pensar. Estoy moviendo esos conceptos dentro de mí. Trato de observar la fuerza interior que
empleo para hacer esto. (A- Mi voluntad, B-La voluntad del pensar. A veces…¿equivalentes?) su cualidad. No siempre que trato de relacionar estos conceptos
aparece una de estas relaciones nuevas creada por ellos mismos en ese instante.
¿A qué se debe? De nuevo la llave está en observarme a mi misma y describir
cuál ha sido la cualidad de mi actividad. ¿Abierta o cerrada? ¿Expectante y
ligera o agarradiza? ¿Maravillada y lenta o apresurada?
Domingo.
Pienso. Gota y vapor son dos formas físicas en las que se nos aparece una única
sustancia. La gota cae, baja, pesa. El vapor asciende, se expande. Sin embargo
el vapor esconde minúsculas gotitas. A una cierta temperatura, las gotitas que
caen, bajan, pesan, suenan, abandonan su liquidez para entrar en terrenos
aéreos. El aire y el calor actúan sobre el agua. El aire calentado lleva en sí
agua calentada como vapor ascendente. Si se enfría ese aire, el agua enfriada
vuelve a ser líquida gota. Tanto el líquido como el gas fluyen. Sólo que el vapor
fluye de un modo lento, expandiéndose despacio y uniformemente, empujando al
aire más frío que lo rodea. El vapor fluye como una pregunta, en silencio. La
gota también fluye, pero fluye llamada por la gravedad, fluye por el peso. En
una superficie plana el vapor se abre flotando sobre ella. La gota se expande
un tanto para luego detenerse suspendida en su delicada forma de bordes
redondeados. Y al moverse lo hace en la dirección de su caída, no en todas las
direcciones. Avanza en una dirección. Su caída y su avance son sonoros. El
líquido canta.
Jovina
XI 2011.
XI 2011.
martes, 20 de marzo de 2012
Soy una estudiante novata de música. Toco el piano. Cuando uno se aproxima a una partitura nueva realiza un proceso que comienza por leer las notas y el ritmo aproximándose a los sonidos. En esas primeras lecturas todo está fragmentado en notas sueltas, sin que percibamos qué es lo que las relaciona. Después uno va descubriendo frases más largas, aquí y allá, dibujos escondidos en las partituras y en el corazón. Y va entrando en ellos. Y luego va relacionando estás frases, o mundos. Con el tiempo, si uno se deja acompañar por esa música, va apareciendo el silencio detrás de ella. Ése silencio te trae un aspecto que unifica la partitura completa, que la configura como una imágen mágica y viva, o como un sentimiento multicolor que avanza con su propio impulso. Entonces basta con sumergirse en ese mundo nuevo que se ha abierto para traer la paritura completa desde él. En ese momento te has unido a la sustancia musical, desapareciendo todo formalismo y toda separación.
Cuento esta experiencia particular porque aproximarse a este libro es una experiencia similar. Ir solfeándolo y dejar que nos acompañen las frases y las notas de paso, hasta que podemos comprender de un sólo trazo toda la partitura que en se inscribe en él y dejar que nazca desde ese trazo mínimo y esencial que toma cuerpo de alma en nosotros.
Ese trazo es una creación del lector en relación con la obra.
Lo que sigue son frases del capítulo que para mí tienen por sí mismas una entidad cuando uno se baña largo tiempo en ellas. De su relación en el silencio va emergiendo el capítulo como música.
- Ante mi aparecen objetos y sucesos que me son dados sin que yo haya ejercido influencia alguna en ellos.
- El proceso conceptual no puede desarrollarse sin mi actividad
-¿Es esa actividad expresión de mi ser independiente o está nuestro pensamiento previamente determinado por determinaciones fisiológicas?
-¿ Qué ganamos con encontrar concepto correspondiente a un suceso dado?
- La observación puede seguir las partes a lo largo del transcurso de un suceso, pero su relación permanece oscura sin los conceptps correspondientes. La observación de un suceso dado no revela nada sobre su relación con otros sucesos y objetos. Esta relación sólo aparece cuando la observación se una al pensar.
- La observación precede en el tiempo al pensar. Incluso el pensar tenemos que aprehenderlo por la observación.
-El pensar cómo objeto de observación:
Observo que el pensar lo produzco, más no lo observo mientras lo produzco. Observo el objeto, que no produzco, hacia el cual dirijo mi pensar.
El pensar es el elemento no observado de nuestra vida mental habitual.
-¿En qué estado me situo cuando observo el pensar?
- ¿Qué relación tiene el pensar con el contenido de la observación de todo lo demás?
Boceto para Metamorfosis de "Mundo, I "
Jovina
( Sin terminar...)
viernes, 16 de marzo de 2012
miércoles, 7 de marzo de 2012
EL YO OSCURO
Estás aqui contigo en la oscuridad. Plenamente despierto al fin en la oscuridad total. Reina el silencio que precede al latido y la apnea infinita de la respiración. Nada. Nada y en la nada oscura estás contigo. Lleva esta oscuridad contigo a todas partes. Llévate oscuro y nada, vacío indetectable. La oscuridad contigo es lo mismo que tú. Eres la oscuridad en la que estás contigo. Creas tu ser, tu ser de oscuro. Tu ser silencio, sin hálito, sin latido. Llama que no necesita oxigeno y que no produce ninguna luz. Llama oscura.
Estás aqui contigo en la oscuridad. Plenamente despierto al fin en la oscuridad total. Reina el silencio que precede al latido y la apnea infinita de la respiración. Nada. Nada y en la nada oscura estás contigo. Lleva esta oscuridad contigo a todas partes. Llévate oscuro y nada, vacío indetectable. La oscuridad contigo es lo mismo que tú. Eres la oscuridad en la que estás contigo. Creas tu ser, tu ser de oscuro. Tu ser silencio, sin hálito, sin latido. Llama que no necesita oxigeno y que no produce ninguna luz. Llama oscura.
Creas un punto en la oscuridad, una luz y te descubres en las estancias de la luz. Depositas una palabra y te encuentras en las estancias de la palabra ...
Jovina
viernes, 24 de febrero de 2012
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